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martes, 4 de febrero de 2014

Capitulo 4

Megara: 

En lo que a mi respecta, me estaba volviendo loca por este chico. Después de haberlo besado y haber sentido tanta electricidad entre nosotros, me enoje. Estúpida, si. Pero odio a la mentirosa de Jessica, nunca me enamore y ella lo sabia; era raro para ella saber que me gustaba la persona que ahora iba a ser mas cercana a mi, que ella.
Después del papelón que pasamos los dos en la cafetería, todas las chicas estuvieron hablando de lo hermoso que es y de los lindo ojos que tiene. Me tuve que guardar los comentarios, ya que Jess me presento como la "Linda hermana mayor" del chico nuevo. ERA MENTIRA, ni siquiera sabia si era o no mayor que el.
Lo busque en lo que resto de las horas, pero no lo encontré por ningún lado. Se veía raro cuando me dijo que ya se le había ido el hambre tenia miedo de que le pasara algo, al final el supongo que no era de acá. Me subí a mi Camaro de color Naranja y me decidí a llamarlo.
-Llámalo Meg, vamos. Dile que necesitas ayuda con... ¿con que? ni siquiera se que le gusta, soy patética. Ahg.. voy a morir, ya se! Voy a decirle si quiere venir a tomar algo a casa,¿no? No que ilusa, vivimos en la misma casa Megara ¡reacciona!
Marque su numero que encontré en el escritorio de Louis y el teléfono empezó a sonar.
-Hola, estas hablando con Dylan no me encuentro disponible deja tu mensaje después del to..
Corte, lo ultimo que quería era hablar con el estúpido buzón de voz.
Lo intente una vez mas, nada. Me rendí y me fui hacia casa.
Cuando llegue el auto estaba, pero su moto no. Supongo que todavía no había llegado, me fui al garaje a arreglar el caño de escape del maldito Chevrolet-Nova, Chevelle que el idiota de mi hermano tomo sin pedirme permiso. Pasaron 4 horas, ya era de noche Dy todavía no había llegado. Lo llame de nuevo 1,2,3 tonos, y atendió:
-¿Si, quien habla?
Tenia voz de dormido así que supongo estaba ocupado, por mi mente pasaron las peores imágenes, odiaba la idea de que este con una chica.
-Eh... perdón equivocado.
-¿Meg?
Mierda, ¿como reconoció mi voz? Ahora podría decirle una mentira como que trataba de llamar a Jessica y por error termine por pura casualidad hablando con el, si. Esto va a ser genial.
-¿Dylan?
-Si Megara, creo que sabes a quien estas llamando.
-No, estaba llamando a Jess. Me equivoque lo siento.
-Megara, eres pésima mentirosa. Me llamaste hace 4 horas y a esa hora seguramente estabas con Jessica por que recién terminaba el horario de clases.
MIERDA, megara eres la peor creo que me vendría bien tomar clases de teatro, si seria genial.
-Eh, si bueno. Te estaba llamando a vos Dylan, perdón si. Adiós.
-Espera, no me cortes. ¿Por que me llamabas?
-Eh... por que tenia simplemente ganas. Perdón si interrumpí algo pero no te vi después de clases en ningún momento, vine a casa y tu auto estaba pero no tu moto. Así que pensé que algo malo te había pasado, estúpida de mi obvio ¿no?. Bueno chau.
Corte, soy tan tonta a veces. Tenia ganas de darme la cabeza contra el para golpes del auto. Mi teléfono empezó a sonar y conteste.
-No jessica, no molestes tu celular no esta en mi auto.
-¿Tanta voz de mujer tengo por teléfono?
Era Dylan, ¿por que pensé que no iba a volver a llamar cuando le acabo de cortar sin siquiera escuchar lo que tenia para decirme?
-Ah, eres tu. No pensé que era Jess, otra vez.
-No, me acabas de cortar y no me diste tiempo de responderte, así que quería contestarte.
-Igual no pregunte nada como para que contestes.¿O si lo hice y no me di cuenta?
-Lo hiciste, eres muy linda al preocuparte. No estaba ocupado, solo me quede dormido al lado del lago al que mi papá me traía cuando era niño, estaba nervioso y necesita pensar, perdón por hacer que te preocupes, estoy bien y vivo y no cielo no eres estúpida, yo también me preocupo por vos.
Estaba sonriendo como una boba, lo sabia. Pero era tan bueno con las palabras, que hacia que todas mis preocupaciones se borraran en seguida.
-Espera, Dylan.
-¿Si?
-¿Estas andando en la moto y hablando por celular conmigo?
-Eh, si...
-DYLAN, para ya.
-Bueno, no te enojes jajaja.
-¿Listo?
-Niña tonta, mi celular esta conectado al casco de la moto. No tengo necesidad de tener el celular en la mano.
Este chico iba a matarme.
-¿Como es eso?
-Lo cree yo, soy bueno con la tecnología.
-Oh, genial.
-Bueno, ya llego a casa. ¿Quieres cortar o seguimos hablando?
-Creo que debería cortar ¿no?
-Si creo que deberías.
-Bueno... 
-No cortes.
-Esperaba que dijeras eso.
Sentí su sonrisa a través del celular.
-Entonces, ¿que haces?
-Estoy arreglando el caño de escape del Chevrolet. El idiota de Mick se llevo el auto sin pedir permiso y encima lo rompió, tengo ganas de matarlo.
-¿No lo golpeaste? que raro, querías romperme las piernas ayer por ver tus tatuajes.
Se escuchaba que se estaba riendo, que vergüenza. Me comporte como una tonta.
-Ah, si eso. Igual ¿te cuento un secreto? 
- Dime.
-Nadie, absolutamente nadie. Sabe de mis tatuajes, ni siquiera Mick, ni Jessica, menos Louis.
-Wow, ¿de enserio, como haces? Estas completamente tapada en tinta.
-Siempre ando con remeras y pantalones largas. 
-Que honor, ¿así que soy el primero?
-Ajam.
-Son todos muy hermosos, igual que tu.
En eso, escuche su moto y salí al patio delantero. Me acerque mientras se sacaba el casco, y le sonreí. Por dios, me estaba volviendo todo sonrisas, creo que nunca sonreí tanto en mi vida.
-Hola tu.
-Hola preciosa.
Se saco el casco, desconecto algo y se acerco a mi. Estaba nerviosa, no se por que y el también se veía tenso. 
-¿Estas bien?
-Ahora si. 
Me abrazo, nunca nadie me abrazaba. La ultima persona en mi vida que me abrazo fue mi mamá el llego y me volví también toda abrazos. Amaba la forma en que olía, tenia un perfume dulce que se mezclaba con su olor muy masculino y su olor a champo. Lo solté y me sonrió.
-Entonces ¿estas bien ahora?
-Sip.
-Todavía no termine con el auto, me distraes mucho.
-Vamos, te ayudo.
-Em, bueno.
-¿Nunca dejas a nadie tocar tus autos no?
-No.
Sonreí apenada, nunca nadie tampoco se intereso por pasar tiempo conmigo.
-Bueno se ve que soy el afortunado chico numero 1.
-Así es.
Nos reímos un rato, otra cosa que me encantaba de el era su sonrisa que se le marcaba un hoyuelo en la mejilla izquierda. Era tan natural, tan linda y muy contagiosa. Me sentía completa con el a mi lado y tenia tanto miedo de perderlo como a mi madre, que me daban ganas de llorar, no es nada fácil olvidar el peor día de tu vida y menos si se trata de perder a la persona que mas amas.