Megara:
Estaba en el faro, tratando de tranquilizarme la llamada de Emma y la ausencia de Dylan me golpearon realmente fuerte. Después de una hora me doy cuenta que ya esta oscureciendo y que hace un frió del demonio. Entonces mi celular empieza a sonar en toda esa paz y casi me mata del susto, miro la pantalla deseando que no sea la infeliz de Emma y me aparece Numero Privado.
-Hola, ¿Quien habla?
-Hola preciosaaaaaaa.
Quien quiera que sea alargo la palabra y se reía tontamente del otro lado.
-Eh, te equivocaste.
-Nop, espera ¿eres Meg no? uh mierda, creo que me equivoque.
-Si soy Meg, ¿quien eres?
-BEBEEEEE
Me esta gritando, estúpido chico va a dejarme sorda.
-Bueno, ¿me vas a decir o no quien sos?
-Tranquila osito de goma.
Y automáticamente empiezo a saltar y gritar de la emoción.
-CHADDDDD, BEBEEE.
-Nena, me dejas sordo.
-Lo siento, es que... dios ¿donde estas? quiero verte ya, ¿volviste no?
-Sip, estoy en nuestro restauran favorito te espero.
Y corto, dios soy la persona mas feliz del jodido planeta.
Quince minutos después estoy corriendo por el estacionamiento y entro al lugar con una sonrisa gigante en la cara, entonces lo veo mientras se para y me tiro a sus brazos haciendo como un koala.
-Hay nena como te extrañe.
-Por dios Chad, no te vuelvas a ir. Vas a matarme.
Me deja en el piso y me da un beso en la mejilla.
-Eeh, pero que tenemos aquí estas echa una lindura. Dame un vuelta.
-Ni loca.
Entonces me pone su cara de cachorro a la cual sabe que no puedo decir no y giro. Lo escucho chiflar.
-Preciosa.
-Jajaja, sigues igual de idiota.
-Nunca cambiaría algo que mi chica ama.
Lo miro sorprendida.
-Así que ya tienes chica.
Le digo mientras me cruzo de brazos y lo miro seria.
-Hablo de ti, tonta. No cambias nunca.
Me dice mientras se rie.
-Vamos a alimentarme por que estoy muerto de hambre y después saldremos juntos bebe.
Me corre la silla y se va a sentar enfrente mio.
Lo miro y no a cambiado en absoluto, ojos azules casi transparentes, pelo negro y despeinado, musculoso como nunca, sus tatuajes siguen ahi, sus expansiones igual y su sonrisa picara nunca desapareció. Antes la gente decía que hacíamos una hermosa pareja, pero el idiota es mi mejor amigo es como un hermano y incluso nos parecemos, nunca en la vida pensaría en el como algo mas que eso aunque al principio me traía loca por el después fue otra clase de sentimientos, admito que es perfecto en todo sentido pero lo conozco desde que tengo 6, es mi hermano de la vida. Lo amo como a Mick y siempre me cuido el es la segunda persona que sabe aparte de mi gemelo todo sobre mi y ya lo extrañaba tanto que iba a viajar a Australia solo para verlo si no aparecía pronto.
-Volviste.
Le digo después de mirarlo por un rato y el hacia lo mismo, seguía sin poder creérmelo.
-Volví.
Dice con una sonrisa en su cara, pensar que esas sonrisas son solo para mi me hace quererlo mas. El niñito no sonríe aunque lo maten, ni siquiera a las chicas cuando lo veía coquetear no podía creer que las mujeres no le tuvieran miedo, aunque de por si su cara es angelical. La camarera trae la comida lo que me sorprende y después miro a Chad quien se encoje de hombros y sonríe. El pidió por mi antes de que llegue, antes siempre lo hacia.
-Bueno, creo que sera mejor hablar no crees. No vamos a pasar la noche mirándonos.
Le digo riéndome, me sonríe y se me acerca.
-Te extrañaba mucho mi osito de goma.
-Y yo te extrañaba mas, mi pollito en remojo.
Esos estúpidos sobre nombres lo teníamos desde que eramos niños, yo era fanática de los ositos de goma y un día descompuesta los vomite y el me molesto toda una semana por que mi vomito era de colores, raro. Y yo le empece a decir pollo en remojo por que para mi cumpleaños numero 10 el fue disfrazado de gallina, si, de gallina y se callo a la piscina y como no sabia nadar yo me tire a sacarlo. Se lo recordé 1 mes, juro que fue lo mejor de mi vida.
-No se que decir.
-Que tal si me dices como te fue todo en Australia niño tonto, hace 1 año no te veo. Ya iba a viajar si no venias pronto.
-Pero volví.
Dice riéndose y mirándome.
-¿De enserio hubieras ido?
-Claro, no podía mas sin ti. Sabes que me importas mucho tonto, te extrañe tanto, pasaron tantas cosas y no estabas y no tenia con quien hablar.
Digo haciendo un puchero.
-Vamos bebe, no hagas esa cara sabes que no quería irme pero bueno. Mi madre esta bien, ya que preguntas.
Me acerco y le doy un golpe.
-Tonto, no me dejas hablar. Claro que iba a preguntar por Olivia.
Olivia, es la madre de Chad. No tiene padre por que abandono a Oli cuando quedo embarazada de el, no lo necesita tampoco según el, es hijo único y ama a su madre con su vida.
-Esta bien boba, mejor. Aunque no quería volver por que se enamoro de todo allí, la urgencia le gano.
-¿Que paso, no me dijiste por que volvieron?
-Mi abuelo tuve un ataque al corazón y falleció.
Me quede muda, nunca pensé que fuera a decirme eso. El abuelo Bob era grandioso, todo un amor y dulce con todos, era el abuelo ideal y Chad lo amaba como nunca.
Lo miro y tiene los ojos llorosos. Me levanto de la silla y me siento en su regazo.
-Bebe, realmente lo siento tanto.
Lo abrazo y el me aprieta por la cintura llorando silenciosamente en mi hombro.
-Te necesitaba tanto Meg. No se me salio ni una lagrima en todo este tiempo ¿sabes lo difícil que fue enterarme de eso?
-Lo se, lo se. Tranquilo estoy aquí para cuidarte pollito, tranquilo.
Le acaricio con ternura el pelo y apoyo mi pera en la cima de su cabeza, lo dejo que se desahogue. Mi teléfono comienza a sonar, miro y aparece:
Amor.
Pienso en atender pero al mirar para abajo Chad sigue abrazándome con fuerza y siento mi hombro húmedo, así que sigue llorando. Miro la pantalla y el celular sigue sonando, aprieto cancelar y enseguida para, luego lo apago. Luego de 10 minutos, acariciando su espalda, tocando su pelo y diciéndole cosas tranquilizadoras. Levanta la cabeza de mi hombro y me mira.
-Te necesitaba Meg, perdón por haberte arruinado la camisa. Voy a tener que dejar que me robes otra.
Miro mi camisa a cuadros y me rió al notar que es una que le saque a el antes de irse, para no olvidarlo, como si eso fuera posible.
-Te la doy si quieres.
-No, sabes que amo como te quedan.
Sonrió y lo vuelvo a abrazar.
-Mi niño tonto ¿te extrañe sabes? todo ira bien, yo estoy aquí para cuidarte.
Suena loco aunque el sea 1 año y meses mayor que yo siempre lo cuide, al igual que el lo hizo conmigo. Sonríe y me besa en la punta de la nariz.
-Osito, no comiste nada. Me vas a hacer pagar para nada.
Me mira serio.
-Tu tampoco, eso no vale. ¿No te morías de hambre?
-Jaja, buen punto.
Me voy a mi lugar y sonrió al verlo como devora su hamburguesa doble con papas. Después de tranquilizarlo, empezó a hacer sus chistes tontos y hacerme reír con historias de gente que conoció en Australia.
Pasaron dos horas, ya eran las 9:00 y el chico tenia energía y seguía con hambre.
-Pollito ¿no podes dejar de comer así vamos a tomar un helado, queres?
-HE-LA-DO. HE-LA-DO.
Empezó a cantar y salto de la silla dejando plata arriba de la mesa junto con la propina, y me tomo la mano.
-Vamos, vamos, vamos.
-Jajaja, dice las palabras mágicas eh.
-Sabes que si.
Sonreía como todo un niño en navidad, el amaba el helado mas que la pizza cosa casi imposible pero lo hacia. Cuando salimos se da vuelta y me mira.
-Olvide que no traje el Jeep, no tenia gas y lo deje en casa. Dime que no viniste en las motos.
-Oh, si. Pero voy a casa y traigo el Cámaro si queres.
-¿Por favor?
Me pone su cara de cachorro y yo me rió. Increíble o no le tiene miedo a las motos, tonto.
-Igual iba a ir por el, pero una cosa.
-¿Que?
-Tu campera de cuero, dámela o voy a morir hace demasiado frió.
-Esta bien.
Dice a regañadientes, otra cosa en la que soy única me da su campera cosa que ni a su madre se la da. Le doy un beso y voy hacia la moto.
-Ya vuelvo, no me extrañes.
En 10 minutos llego a casa y abro el garaje, pero no encuentro las llaves que se supone siempre están colgadas en el panel. Voy a la casa y cuando estoy dando la vuelta al pasillo hacia la pieza de Mick, encuentro a Dylan.
-Hola preciosa, estaba preocupado por ti. No contestas mis llamadas, ni mensajes y ...
-Sh, Dylan por favor. Te llame toda la tarde, me dejaste plantada y ahora tengo que irme, mañana hablaremos.
-¿Te vas?
Me mira sorprendido, sigo furiosa con el.
-Sip.
Subo a la pieza de Mick y agarro las llave de su mesita de luz, idiota. Bajo y sigue ahi parado.
-¿Y esa campera de cuero de quien es?
Esta enojado lo se por su tono de voz y su ceño fruncido me lo confirma.
-De un chico.
No le voy a decir que es de mi mejor amigo de toda la vida, no tiene gracia.
-¿De un chico?
Me mira sorprendido y mas enojado que antes.
-Sip, me voy chau.