Megara:
Estaba feliz, tan feliz de volver a ver a Dylan que nada podía apagar esa felicidad que burbujeaba en mi estomago. Después de nuestro romántico encuentro, entramos a que Dy ayudara a Dabria a desempacar y yo me quede con Nicolas jugando a la X-box, podría decir que la pequeña bestia era bastante bueno en esto. No voy a negar que me pego una gran paliza en varios juegos, tenia pilas triple A por que hacia una hora que estábamos jugando y todavía no se cansaba, yo después del vuelo de hoy no tenia mas energía.
-Bestia podemos descansar, vallamos a tomar algo de aire o si quieres vamos a jugar a la pelota. Va a darme algo si sigo así.
La bestia se levanto de un salto y con un grito de indio se fue corriendo a su pieza.
-Eso fue raro.
-Amor.
Grito Dylan desde algún lado del departamento.
-¿Que cielo?
-¿Que le dijiste a Nicolas?
-Em, que vallamos al parque a jugar a la pelota ¿por que?
-Oh no.
En ese momento apareció la bestia con una pequeña remera de los Jets de Nueva York con el numero 6 delante, atrás lo mismo junto a su apellido "Bozzon" en mayúsculas y una pelota de fútbol americano bajo su brazo.
-Creo que eso fue un gran error cielo.
Grito Dylan, suspire.
-Lo soportare.
-Toma.
Dijo Nicolas tirándome una remera igual a la suya solo que con el numero 5 y el apellido "Mark" atrás, era la remera de Dylan.
-Cielo, ¿hay algo que quieras decirme ahora antes de que muera aplastada por esta bestia?
-Em, es fanático de los Jets al igual que yo y ...
Silencio.
-¿Que?
-Es un poco rudo cuando juega.
-Genial. Vamos bestia.
Volvió a soltar un grito y corrió hasta mi lado esperando que me ponga la remera, cuando lo hice me tomo de la mano y me empezó a tirar para que salgamos.
-Adiós, volvemos en una hora.
Gritamos los dos.
Llegamos a un parque y bueno, lo primero que pensé fue que seria algo rudo pero se iba a cansar, vamos ¿que persona de cinco años o tal vez 6 tiene tanta energía y fuerza? Claramente se parece a Dylan. Luego de una hora de, para decirlo no tan bruscamente, una paliza de parte de la bestia miniatura me tire al pasto para poder recuperar el aire que claramente me falta, había perdido mi estado físico terriblemente.
-Vamos Meg, no podemos jugar si estas tirada en el pasto.
Me gritaba Nicolas que estaba a varios metros con la pelota en brazos.
-Dios bestia, dame al menos 10 minutos. Tu eres un pequeño monstruo que tiene baterías triple A, yo soy una simple humana, aparte ya estoy vieja.
-No soy un monstruo, abuelita.
Cuando abrí los ojos vi en cámara lenta como se tiraba encima mio y empezaba a hacerme cosquillas.
-Vamos tía Meg, vamos vamos vamos vamos.
No podía respirar de la risa, es un monstruo este niño.
-Por dios bestia, vas a matarme. Dame aire, ya voy ya voy.
Volvió a soltar un grito de indio y rodó hasta quedar tirado a mi lado.
-Me caes bien tía Meg ¿Puedo decirte tía, no?
-Claro que si bestia ¿Puedo decirte bestia?
Empezó a reírse y me empujo con su manito.
-Claro que no.
-Entonces te diré bestia. ¿Sabes pequeño monstruo? Me gusta que me digas tía, es la primera vez que me llaman así.
-A mi me gusta decirte así, ahora juguemos otra vez.
-¿Que tal si vamos a comer un helado y después jugamos otra vez?
-Genial.
Esos gritos de indio me causaban mucha risa.
Llegamos a el departamento después de tres horas, Dylan estaba tirado en el sillón viendo algo en la tele y Dabria estaba en la cocina claramente cocinando.
-Mami, papi llegue. La tía Megi jugo conmigo y me compro un helado, después volvimos a jugar y después le pidió la tabla de skate a un chico que estaba tirado en el pasto y me enseño algunos trucos. La tia Megi es genial.
Dijo todo eso de corrido sin respirar, estaba pensando que seriamente es un monstruo. Lo finalizo tirándose al sillón de espaldas y con una sonrisa en la cara.
-Me alegro que lo hallas pasado bien cielo.
Dijo Dabria desde la cocina, Dylan me miro y me sonrió.
-Eres perfecta Meg.
-Mentira es un ancianita.
Grito Nicolas.
-Bestia, vamos ve a bañarte que apestas.
Dabria salio de la cocina, lo tomo de la mano y se lo llevo al baño. Dy me tomo de la mano y me sentó a su lado.
-Gracias.
-¿Por que?
-Por todo, por venir, por llevarte tan bien con Nicolas es muy importante eso para mi. Lo siento tanto, quise decirte muchas veces, pero... no sabia como. Es algo complicado.
-Esta bien cielo, estoy aquí por que te extrañaba y sabes que no puedo estar sin vos. Y me llevo bien con la bestia por que es tan perfecto, es un niño hermoso y va a ser una gran persona cuando sea grande, merece amor de todas las personas del mundo por que con solo 5 años o 6 no se cuantos tiene, me transmitió paz tanta tanta paz en el maldito avión que es imposible no soportar su exceso de energía. Simplemente lo adoro.
Dylan me sonrió con ternura y me planto un beso. Cuando nos separamos le dije con una sonrisa enorme:
-Aparte me dice tía.