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domingo, 9 de febrero de 2014

Capitulo 8:

Dylan:

Meg me dijo que me iba a llevar a su lugar favorito en el mundo, dudo que me haga subir a un avión o algo parecido así que no tengo idea de donde me lleva. Empezó a conducir hace 15 minutos y se ve sin intenciones de parar, la miro y sonríe al escuchar que en la radio empieza a sonar Gorilla de Bruno Mars; se ve que la adora por que la tiene de tono de llamada y siempre la esta tarareando. Juro que esta mujer me va a matar tiene una voz hermosa y ronca que le daba ese toque sexy que mata la canto perfectamente, no se le iba una sola nota y era obvio que practico canto.
-Meg, ¿desde cuando cantas?
-No canto.
-Si, si lo haces.
-Nop, lo juro.
Se hizo una cruz en el corazón y me sonrió.
-¿Es un chiste, te escuchaste acaso? Tenes una voz muy hermosa.
-Solo canto cuando estoy nerviosa o estresada.
-¿Entonces tengo que notar que estas nerviosa ahora?
-Siempre estoy nerviosa cuando estas cerca.
-¿De verdad?
-Si me provocas algo que no se explicar, estoy nerviosa y me siento tan tonta cerca tuyo. No puedo creer que lo diga pero nunca estuve así por nadie y se que apenas te conozco pero me siento tan bien a tu lado, y me haces tener tanto valor para hacer y decir las cosas que siempre oculte, me siento tan viva. Pero a la vez estoy muerta de miedo de que vos no sientas lo mismo que yo, que un día te canses, me dejes con el corazón roto, echa un mar de lagrimas y que a mi lo único que me quede sean solo buenos recuerdos.
Me había quedado sin palabras, era la segunda vez en mi vida que no sabia ni que hacer, ni que decir. Estaba shockeado, era lo que quería escuchar pero no sabia que contestar. Me sonrió apenada y aparco el auto.
-Bueno sabes que, después lo hablamos ahora cierra los ojos.
No importaba si los cerraba o no, lo único que podía mirar era a ella. Me sentía un completo idiota, con todas las letras bien puestas y todo. Por dios Dylan como pudiste no decirle nada, escuche como cerraba la puerta del auto, abría la mía y sentí su mano congelada en mi brazo, mientras me ayudaba a salir del auto y empezamos a caminar. El sol era demasiado brillante aunque tuviera los ojos cerrados, lo primero que sentí fue el olor a mar, ese olor a salitre clásico de la playa. 
-Meg por dios, ¿por que tienes las manos tan heladas?
-¿Que?
-Tus manos cariño, estas muy frías.
Me soltó enseguida, busque sus manos a tientas.
-No dije que me soltaras
Escuche que se reía.
-Perdón, es de familia después de un rato entro en calor también es por los nervios.
Iba caminando despacio para no matarme en el intento de caminar con zapatillas en la arena, cuando sentí una piedra y sin poder evitar nada me caí de costado y Meg cayo conmigo. Abrí los ojos de golpe para encontrarla muy tentada de la risa, y acariciando su rodilla con lagrimas en los ojos.
-¿Que paso, estas bien?
Las lagrimas le corrían por la cara, mientras se reía.
-Me duele, mierda. Soy tan torpe a veces.
Me levante lentamente y la lleve hasta el auto en mis brazos.
-¿Ves? Todo me sale mal.
-Estas lloriqueando.
Le dije con una sonrisa, se puso seria y se seco las lagrimas.
-Perdón, estoy bien.
-No, déjame ver princesa.
Tenia raspada la rodilla y se estaba poniendo roja.
-No tienes nada roto, así que si quieres ir a tu lugar especial te cargo y sino vamos a casa.
-No, yo puedo caminar vamos.
Empezó a caminar rengueando, así que la levante y ella sonrió.
-Tonto, dije que puedo. Bájame.
-Nop, entonces... ¿a donde voy?
Mire hacia adelante y vi un enorme faro.
-Ahí.
-¿Ahí, de enserio?
-Si muchachote, ahora muévete.
-Si señora.
Empece a caminar y llegamos a la entrada.
-Bájame por favor.
La deje en el piso, teniéndola del brazo y ella saco una llave del bolsillo de la camisa que se puso antes de salir y abrió.
-Bueno, esta es la primera vez que alguien que no sea yo, va a entrar. Mi madre, me traía desde muy chica, vinimos un par de veces con Mick pero el se encariño demasiado con un gran campo de lavanda, lo adora completamente y cada vez que alguno de los dos necesita paz o pensar, vamos a nuestro lugar preferido. Aunque claro el no logro comprar el campo, yo si pude con el faro. Así que es mio.
Wow ¿Se compro un faro, como demonios es eso posible?
-Ven, entremos.
Cuando entramos lo único que había era una escalera caracol enorme, empezamos a subir y cuando llegamos arriba había dos puertas.
- Esa, es para los controles de la luz y todo eso. Esta es para salir.
Cuando salimos, lo primero que escuche fue el mar, las olas rompiendo contra las rocas, las gaviotas y cuando la mire, su sonrisa era tan enorme que automáticamente me hizo sonreír.
-Bueno, aquí esta. Mi lugar favorito en todo el mundo.
-Es simplemente hermoso Meg.
-Si lo se.
Nos quedamos callados por un largo tiempo, entonces decidí decirle todo lo que sentía. Ella lo hizo sin siquiera darse cuenta y yo como un idiota no dije nada.
-Meg...
-¿Que pasa?
Me miro, con sus enormes y hermosos ojos azules. Habla Dylan no seas idiota.
-Eres la primera persona, después de que me dijeron que mi padre había muerto que me deja sin palabras. Lo que me dijiste en el auto fue realmente, shockeante... Nunca nadie, me dijo cosas como esas ni nunca nadie sintió esas cosas por mi. O si lo hicieron, nunca me lo dijeron. Nunca me sentí tan feliz en mi vida como cuando estoy contigo. Nunca quise estar en algo serio con nadie, hasta que apareciste. Nunca creí en el amor a primera vista, hasta que te vi.
Ella me miraba en silencio, con los ojos llorosos.
-Entiendo que no me conoces y yo tampoco, que estamos rotos y tenemos tantos problemas y sufrimos tanto, que tenemos miedo de que nos lastimen mas de lo que ya nos lastimaron. Pero la vida es así, hay que tomar riesgos, hay que animarse a vivir y amar intensamente por que en un momento se puede acabar todo y te puedes quedar con muchas cosas para decir. No nos conocemos, tenemos muchas historias por contar los dos. Pero aun así quiero que me des una oportunidad, para demostrarte que puedo amar de enserio, que puedo cuidarte y que no te voy a decir "por siempre" sino "mientras dure" por que no creo que seamos eternos, pero si quiero tenerte hasta el final. Se que es apresurado y todo esto es demasiado loco, te conozco hace solo 4 días pero ¿que puedo decir? Me volviste loco desde el momento en que te vi, no quise nada mas que a vos. Y se que es raro todo esto, es poco frecuente encontrar a alguien que te haga sentir bien y feliz. Yo te encontré a ti y no quiero perderte.
Ella sonreía y me miraba con sus ojos azules que parecían dos profundos océanos. Las lagrimas corrían por sus mejillas, me acerque a ella y con la punta de los dedos se las seque, ella sonrió.
- Nunca nadie, me dijo cosas tan lindas como las que acabas de decirme. Siempre que tu me des una oportunidad a mi, yo te la voy a dar a ti. Quiero que sepas que estoy rota y que hay posibilidades de esas partes no se junten nunca. Pero cuando estoy contigo me siento completa y no quiero perder eso, simplemente quiero ser feliz con alguien. Nunca nadie se intereso por saber que me pasaba, ni como me sentía, llegas tu y vienes a preocuparte por alguien que siempre se cuido sola, siempre enfrento sus problemas y sus miedos sola. Tengo miedo, si. Pero mis ganas de ser feliz son mas fuerte que el miedo.
-Yo también tengo miedo, princesa. Mucho, tuve una sola novia en mi vida creo que eso dice mucho.
Comenzó a reírse y me abrazo, le devolví el abrazo mientras dejaba que todas mis defensas se rompieran. Esta vez no iba a fallar, aunque me costara todo nunca iba a dejarla sola.