Dylan:
Me encontraba todavía sin poder dormir, estaba demasiado feliz de haber podido ir a pensar a mi lugar favorito y con las ideas claras sabia que tenia que luchar por Meg, aunque fuera lo ultimo que haga. Esta chica me fascinaba, era todo lo que yo quería.
Me levante, fui abajo a buscar agua a la cocina y algo para comer, fue entonces cuando escuche un grito, me puse tenso pensando que alguien había entrado a la casa, espere y nuevamente se escucho, entonces supe que era Megara que el grito venia de su habitación. Baje corriendo las escaleras y empuje la puerta sin pensar nada un minuto mas.
-Megara ¿donde estas?
No la encontraba por ningún lado, sentí tanto pánico y miedo. En un momento se abrió una puerta de el fondo de la habitación y salio, con los ojos hinchados como si hubiese estado llorando. Fui directo a ella, la mire detenidamente para saber que no tenia ninguna parte del cuerpo lastimada y la levante del piso, la acune en un abrazo fuerte contra mi pecho, eso la hizo llorar mas. Cuando se tranquilizo y ya no lloraba mas, la moví.
-Meg, mi amor. ¿Que te paso, estas bien?
-Si Dylan, perdón si te desperté no creí que fueras a escucharme.
-Cielo, no pasa nada. No estaba durmiendo es que justo pase por la puerta por que iba a la cocina y te escuche gritando tenia miedo de que algo te pasara. Perdón por entrar así.
Asintió y miro hacia otro lado, la agarre del mentón y hice que me mire.
-¿Que paso?
-Solo fue una pesadilla, no duermo casi nunca y esta fue mas fuerte por que estoy demasiado cansada, necesito dormir pero tengo tanto miedo.
Ya se estaba por largar a llorar de nuevo, la abrase y la senté a upa mio en la orilla de la cama.
-¿Quieres que me quede?
Me miro sorprendida, se sonrojo un poco y asintió.
-Genial, por que no me iba a ir.
Eso la hizo sonreír, supongo que era algo demasiado feo para que ella no hablara. Me acosté arriba de las mantas de su cama y la atraje junto a mi, ella apoyo la cabeza en mi pecho y la vi dudando si abrazarme por la cintura o no, le agarre la mano despacito como si fuera una muñeca de cristal a punto de romperse y la pase sobre mi estomago, sonrió y yo me quede tranquilo.
Después de 5 minutos, se durmió profundamente y yo hice lo mismo. Cuando me desperté por que empezó a sonar mi celular, mire hacia abajo y estábamos con Meg haciendo cucharita, que linda manera de despertar. Sin moverme mucho, así no la despertaba, atendí el celular.
-Dylan!¿donde estas?
Ops, era mi mamá supongo que no se iba a imaginar que estaba durmiendo con Meg.
-Eh...
-Dylan O'connor Mark, mejor que no estés con ninguna niña insolente del colegio nuevo por que juro que te voy a mandar a un internado.
Bueno, me dijo por mi segundo nombre es grave.
-Mamá ¿que quieres?
-Joven, esa no es forma de hablarme.
-Julia por favor. Estoy durmiendo ¿que pasa?
-Odio que me digas Julia, es lindo que me digas mamá. Nada cielo, no te encontraba en la habitación y pensé que te habías ido a revolcar con alguna idiota niña del colegio nuevo.
-Mamá! Ya deje esos hábitos, nunca lo volveré a hacer. Así que te voy a cortar y volver a dormir.
En ese momento Meg se empezó a mover y se dio la vuelta, me agarro fuertemente de la cintura y puso una pierna entre las mías. Por dios, esta chica piensa matarme anoche con todo el tema no vi que lo único que tiene puesto es un bóxer de corazón rojos y una remera musculosa blanca y nada mas. Genial, iba a morir.
-HIJO!
-Eh, si mamá ¿que?
-No me estas escuchando, la comida ya esta aunque nos retrasamos por que no encontrábamos algo, Louis y yo cocinamos. Así que ven.
¿La comida, que hora era?
-¿Mamá que hora es?
-La 1:15 O'connor, ahora ven.
Y corto. Mierda que dormimos mucho. La miro a Meg es tan dulce, tierna y hermosa cuando duerme que no quiero despertarla, la muevo despacio y ella me aprieta mas fuerte la cintura y hace un sonido tipo gruñido. Entonces la sacudo fuertemente, mientras ella pega un salto.
-Idiota, estaba despierta.
Nunca me había reído tanto en mi vida, las lagrimas corrían por mi cara.
-Si hubieses visto tu cara, creo que fue lo mejor de la vida.
Me mira con cara seria y después recorre mi cuerpo con la mirada. Y ahi es cuando me doy cuenta que tengo solo los bóxer puestos, me sonrojo y no se por que, no es como si tuviera vergüenza pero fue automático.
-Si vieras ahora tu cara, eres lindo cuando te sonrojas.
Me da un beso en los labios demasiado fugaz como para saborearlo, salta por arriba mio y va a su armario. Se pone a buscar ropa y me mira.
-Ey niño lindo, ve a vestirte. Ya escuchaste a tu mamá, la comida, bla bla bla. Voy a estar en el garaje si me buscas.
-¿Pero no quieres comer, cocino tu padre y...
-No, no como con el nunca. Ni ahora ni nunca. Voy a estar en el garaje ya te dije, cuando termines ve. Quiero ir a dar una vuelta y mostrarte algo.
-Esta bien.
Cuando me estoy levantando de la cama y llego a la puerta, me doy vuelta y la encuentro muy concentrada con la boca abierta mirándome el trasero. Entonces vuelvo hacia donde esta ella, le doy un toque en la barbilla para que la cierra y se sonroja.
-Te ves linda cuando te sonrojas, pero no me mires así o voy a tener que besarte.
Eso obviamente, hace que se sonroje mas.
-¿Mirarte como? yo no te estaba mirando.
-No, es verdad. Mirabas mi trasero.
Ella sonríe y se muerde el labio.
-Es verdad, tienes un muy lindo trasero.
Entonces la acerco y la beso con ganas, ella me devuelve el beso y me empuja para que me siente en la cama, la agarro de la cintura y la subo arriba mio. Ella jadea de sorpresa y rompe el beso dejándonos con la respiración muy irregular y con ganas de mas a los dos. Ella sonríe y se levanta.
-Si que sabes como callar a una persona.
Le sonrió.
-Solo a ti me gusta dejarte sin palabras, nos vemos en el garaje princesa.
Ella niega la cabeza con una sonrisa enorme que hace que se le marque una pequeña cicatriz que tiene en la mejilla derecha, hasta eso se le ve precioso a ella. Entonces me voy a mi pieza, siendo consiente que tengo una sonrisa boba en la cara que nunca nadie hubiera sacado de mi, hasta que la conocí a ella.