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miércoles, 5 de febrero de 2014

Capitulo 5

Meg: 

Esa noche me fui a mi pieza, feliz por saber que estaba todo mas que bien con Dylan. Me dormí con una sonrisa en la cara.



"Lo único que te va a salvar es correr ¿Por que esta todo tan oscuro? ¿Es de noche? Corre mas rápido, mi respiración estaba agitada y sino lograba calmarme iba a desmayarme... 1,2,3 inhala, exhala... 1,2,3 respira. Cuando logre que el aire entre a mis pulmones seguí corriendo, en un momento choque contra algo duro y frió. Sentí ese conocido sabor metálico en la boca, me toque con la punta de los dedos era tanta la sangre. Mire a todos lados, mi visión se encontraba nublada, parpadee 1,2,3 veces... nada. Estire las manos y lo mejor que pude me fui guiando con la pared hacia la salida de este horripilante lugar. Logre ver un cartel de "SALIDA" fluorescente, corrí hacia el y ahi fue cuando sentí sus pasos fuertes y pesados... Sentí pánico y temor, corre Meg corre. Abrí la puerta con la poca fuerza que me quedaba, las lagrimas corrían libremente por mis mejillas, estaba totalmente asustada. Vi la luz del día y el hermoso sol, seguí corriendo por ese callejón que se había vuelto interminable por fin podía salir de ese lugar, estando a unos metros de la calle, lo escuche:
-Megara, ¿a donde vas?
Me di vuelta y lo mire, era alto, de cuerpo grande y con una mirada tenebrosa en el rostro... sentí pánico nuevamente.
-1,2,3... Se termino tu tiempo Meg.
Me di la vuelta y lo sentí, primero un golpe seco en el estomago, después fue  mi cara, eran tantas que no podía respirar quise mantenerme en pie por simple orgullo pero no lo logre, desde el piso vi a 3 hombre pegarme como si fuera un saco de basura... no podía mas, sabia que no lograría vivir si no hacia algo ahora. Y lo escuche de nuevo:
-BASTA! No quiero que la maten.
Me levante como pude, lo mire y corrí nuevamente hacia la calle con la poca fuerza que me quedaba. Fue en ese momento cuando vi las dos luces y sentí el impacto, los vidrios volaron por todos lados, el sabor a sangre se hizo presente nuevamente, los huesos sonaron rotos, di la vuelta sobre el auto y golpee el duro pavimento, antes de caer inconsciente en la pura oscuridad lo ultimo que pude hacer fue decir:
-Andromeda."


Me desperté, gritando el nombre de mi madre y llorando como loca. Esa era la simple razón de que mi padre hiciera que duerma en el sótano, no soportaba los gritos constantes en medio de la noche, aquí no lograba escuchar mis suplicas o llantos y el no se sentía como mierda por nunca haber echo nada para salvarla a ella y a mi. Ya que una parte de mi también murió ese día.

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