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viernes, 18 de abril de 2014

VIDA: 1

"Lo único que se podía escuchar eran los tacos contra el piso de madera, sabia que estaba muy cerca y iba a volver a pegarme si hacia ruido, ya la había echo enojar mucho. Me acurruque contra la pared del baúl y comencé a llorar." 

Me desperté sobresaltado, siempre era la misma estúpida pesadilla de la cual nunca me pude librar desde los 5 años y eso que ahora tenia 18, todos creían que se iban a ir con el tiempo pero no fue así. Estaba completamente mojado y sudando frió, lo cual para mi era totalmente normal. Cuando comencé a mirar alrededor note que estaba todo a oscuras ¿Por que todo estaba a oscuras? mi respiración comenzó a ser pesada, mi corazón empezó a latir mas y mas rápido y sabia que no podía moverme. Necesitaba salir de la habitación rápido, cerré los ojos y me dije:
-Tranquilo D. no pasa nada, todo esta bien. Levántate y ve afuera, vamos tu puedes.
Gracias a dios que conozco la casa y cada uno de sus muebles y rincones por que si no ya me hubiese roto algo. Bajo las escaleras, camino por el pasillo, estiro la mano y toco la manija de la puerta, la abro y salgo a fuera. Entonces caigo de rodillas, el aire ya casi no llega a mis pulmones y mi corazón esta demasiado acelerado, no puedo abrir los ojos el miedo que siento es mucho mas fuerte.
-Daemon ¿estas bien?
Esa voz hace que abra los ojos de golpe y la mire, esta parada en el césped del jardín delantero de mi casa. Corre hasta mi lado y estira la mano para tocarme, entonces hago un movimiento brusco y me alejo de ella.
-No.
Es lo único que puede decir, ella me mira y yo camino hasta la calle, miro al rededor y las únicas luces prendidas son las de la calle. Me concentro en ellas y en el aire fresco de la noche, entonces logro calmarme por completo, vuelvo a mirar al porche de mi casa y Molly esta sentada mirándome.
-¿Que haces Mol?
Le pregunto mientras me siento a su lado, ella tiene un pijama de conejitos que la hace ver muy adorable, pero tiene unas ojeras enormes y su cara de cansancio me dice todo.
-No podía dormir, después se corto la luz, me sentía sola y quería saber si...
Deja la frase en el aire y sonrió. Entonces me llevo los dedos a la boca y silbo. Enseguida aparece mi golden retriever moviendo la cola, ella esta fascinada con mi cachorro desde hace 1 año que fue cuando me lo compre.
-Brutus, sentado.
El hace lo que le digo y ella sonríe. Me agacho para acariciarlo y el me lame la mejilla.
-Hoy iras a cuidar a Molly, Brutus. No te vallas, no rompas nada y compórtate a la tarde voy por ti.
El ladra y se sienta al lado de Mol.
-¿Vas a estar bien?
Se que se refiere a lo de recién.
-Si, solo fue un ataque.
Ella me mira sin entender y suspiro.
-No puedo estar en la oscuridad o en lugares cerrados por que sufro ataques de pánico, mi psicólogo dicen que son secuelas de mi infancia. Ahora Mol ve a tratar de dormir algo. Brutus te cuidara.
Ella le acaricia la cabeza al perro y se va a su casa, yo camino hasta el fondo de mi casa y me siento para ver si puedo descansar algo. Entonces recuerdo todo lo de la tarde anterior y me deprime, todavía no acepto que Margaret halla muerto, el mundo no es justo con algunas personas. Yo soy un ejemplo claro, al igual que Mar nunca le desee el mal a nadie ni siquiera cuando era un niño que no tenia con quien jugar, pero parece que el estúpido mundo siempre estuvo en mi contra. Recuerdo que cuando tenia 5 y llegue al orfanato, nunca tuve un amigo los niños no se acercaban y murmuraban cosas entre ellos. A veces siento como si fuera letal o algo peligroso, radiactivo, por que todo lo que se acerca a mi corre peligro, muere o sale lastimado, sufro mi propio infierno desde que tengo noción del tiempo y ahora tengo que mantener alejada a Molly de mi, no soportaría que ella sufriera otra vez por mi culpa. Pero ella esta sola ahora, no tiene a nadie al igual que yo y no se si tengo la fuerza suficiente como para alejarla de mi.
Hace un año cuando a Margaret le diagnosticaron cáncer y vino a contarme, llore todo un día encerrado en mi habitación, claro que no iba a dejarla que me vea así por que ella era alguien fuerte y sabia que iba a poder salir de eso. Molly se entero mucho tiempo después, cuando Mar comenzó a empeorar y notaron que definitivamente la quimioterapia no funcionaba. Recuerdo que ella estuvo llorando por una semana insultando a todos, no fue al colegio y no salia de su habitación, estaba sin comer y no dejaba que entre nadie. Mar me busco y se sentó conmigo en la hamaca de madera del patio trasero de mi casa para contarme como ella se sentía con lo que estaba pasando y para decirme que Mol no estaba aceptando que su madre tarde o temprano se iría, entonces me dijo si yo podía hacer algo. Dos días después estaba parado en la puerta de su habitación con el que ahora es mi golden en brazos, el solo era un cachorro tan chiquito y adorable que Mol lo iba a amar.
-Mol ¿quieres ver algo que me compre?
Le dije, se escuchaban ruidos del otro lado y después nada.
-¿Que es?
Dijo después de un rato, su voz sonaba ronca de tanto llorar.
-Tienes que verlo por ti misma.
Ella abrió la puerta lentamente y abrió los ojos como platos.
-ES UN GOLDEN.
Se puso a gritar haciendo que el cachorro se despertara de entre mis brazos y casi pegara un salto. Lo acaricie y ella vino a mi lado.
-¿Te gusta?
-Es hermoso ¿como lo llamaras?
-No se ¿Quieres ponerle tu el nombre?
-¿Lo dices enserio?
-Claro.
Se quedo pensando un rato y después me dijo:
-Brutus.
-¿Brutus?
-Sip.
-Bueno, sera Brutus ¿quieres que lo saquemos a pasear?
-Claro, iré a cambiarme.
Mar estaba mas que feliz de que su pequeña saliera al aire libre conmigo, ella me conocía perfectamente y esa fue la única vez que salí con Mol, después ella iba a veces a ver a Brutus pero nunca cambia mas de dos palabras conmigo y yo cada vez me iba enamorando mas y mas de ella. No es como si me fuera a atrever alguna vez a decírselo, ella solo necesitaba a alguien por ahora. Luego todo iba a volver a la normalidad y yo volvería a estar tan solo como siempre.

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