Hola chicos, a los que me leen quiero contarles que estoy escribiendo una nueva historia que es la siguiente, se llama VIDA o por ahora va a ser así. ¡Espero les guste y no les confunda que suba junto con la historia de Meg y Dylan. Gracias y besos miles!
Había algo en los funerales que no era total y completamente de mi agrado, simplemente los odie toda mi vida. Estaba concentrado mirando el pasto verde mientras esperaba que todos se acomodaran, me había sentado en la 3ra fila sin poder ir hasta la 1ra, era demasiado para mi. Entonces un hombre que se presento como el "Pastor Phill" empezó a despedir definitivamente a Margaret, siguió hablando por un rato y fue cuando me canse de escuchar. Mire a las hileras de sillas del otro lado del ataúd cerrado y estaba toda su familia, sus 4 hijas, su único hijo varón y su ex esposo por con su nueva mujer. Todos lloraban desconsoladamente y hice rodar los ojos, mire a las hijas mayores de Mar, Liby y Lili que eran gemelas, abrazadas y consolándose entre ellas; seguí mirando y estaba Charlott la que le seguía a las gemelas junto a Ben, que tenia los ojos rojos y hinchados de tanto llorar. Luego estaba Bob el ex esposo y ex padre, con su nueva esposa o mejor dicho por la cual traiciono y abandono a todos, Laura con un pañuelo en la mano y una cara demasiado seria. Entonces mis ojos se posaron completamente en Molly, la mas chica de los 4 hermanos, ella era hermosa, dulce y sincera con todo el mundo, raramente se la veía mal o sin sonreír. Hoy no era el día de las "no sonrisas" precisamente, es mas, sonreía abiertamente como si algo le pareciera super gracioso lo cual me sorprendió mucho por que ella era la mas unida con Margaret, la que siempre había estado en todos y en cada momento. Pero vi algo en sus ojos que no era dolor, si no odio, ella miraba con odio a sus hermanas, hermano y su padre; lo cual no entendí pero no juzgue, ella estaba pasando un horrible momento era entendible que quiera matar a alguien, yo quise hacerlo por unos 2 años y solo tenia cinco. El pastor termino y dijo que si alguien quería decir unas palabras lo podía hacer, nadie dijo nada y dudaba que respiraban, entonces Mol se levanto. Se aliso su vestido negro de encaje que le llegaba arriba de la rodilla y camino con sus enormes tacos con plataformas, se escucho cinco horribles "Clac" que fueron sus zapatos contra el suelo de madera del pequeño escenario, había algo en los tacos chocando contra la madera que me desesperaba pero lo aparte de mi mente rápido. Ella sonrió enormemente y todos la miraban extrañados, entonces golpeo con dos dedos el micrófono, se aclaro la garganta y con una voz demasiado angelical dijo la mejor frase que nunca pensé escuchar en un funeral, menos en el de su propia madre:
-Ojala se pudran todos en el maldito infierno.
Sonrió aun mas y vi como baja por el lado contrario al que había subido, miro a un chico en la primera fila que no reconocí y le saco la rosa blanca de las manos murmurando demasiado alto:
-Idiota.
Levanto la vista y me miro directamente a los ojos, por primera vez en años vi algo roto y demasiado triste dentro de ella. Como si con una simple mirada y una sonrisa triste me hubiera dejado ver una parte de su alma. Se dio vuelta, se agacho cerca de la tumba y dijo:
-Mami, tienes suerte que estos idiotas no te molesten mas.
Apoyo suavemente la rosa en el cajón, se levanto con todo su orgullo y camino por el pasillo entre las sillas hacia los autos, justo cuando creí que todo había terminado de su parte, ella paro y me miro:
-Daemon.
Dijo, la forma en que dijo mi nombre o incluso que supiera mi nombre me hizo sentir en las nubes, pero claro cada vez que podía pasaba tiempo con su madre al menos mi nombre lo sabia. La mire a los ojos y sonrió.
-¿Vienes?
Asentí y me levante, todo el mundo nos estaba mirando. Llegue a su lado y ella me tomo de la mano, sentí como una descarga de electricidad corría justo en donde ella me tenia agarrado supongo que ella también lo sintió por que miro nuestras manos y negó con la cabeza sonriendo, entonces empezó a tirar suavemente de mi hasta que llegamos a su auto.
-¿Esa fue una retirada épica no crees?
-Claro que si.
Le dije sonriendo, yo estaba enamorado de Molly desde que me había mudado justo al lado de su casa hace 5 años y la vi como miraba desde el porche de su casa a su madre que había venido a darme las bienvenidas en el barrio a mi y a mi familia, recuerdo que me puse muy mal y le explique que era huérfano y siempre lo había sido al menos hasta los cinco años, tenia leve recuerdos que eran mis pesadillas pero siempre estuve solo y por que tuviera solo 14 años no quería decir que viviera totalmente solo, tenia un tutor no tan tutor que me "cuidaba" pero como mis padres me habían dejado una cuenta con dinero lo cual agradezco, pude vivir bien. Ella casi rompe a llorar, entonces me sorprendió abrazándome y dijo que nada malo pasaría que podía contar con ella para lo que fuera. Amaba a Margaret, era la madre que nunca tuve, por eso cuando me entere que tenia cáncer de pulmón pensé que el mundo era demasiado injusto para algunos, como para ella o como para mi. Pero la vida es así, solo hay que vivirla esas cosas improvisadas que ocurrían todo el tiempo ya no me sorprendían, lo que me sorprendió es que Molly supiera que existo, que este justo ahora a mi lado y que solo a mi me deje verla llorar.
Aparco el auto al borde de la carretera y apoyo la cabeza en el volante, no sabia que hacer, nunca me habían consolado y creo que no tenia ni idea de que hacer. Entonces estire mi mano y le acaricie la espalda, lo que hizo que llore mas y se mueva hasta quedar abrazada a mi, con su cara en mi cuello. Luego de media hora, escuche como su respiración se regularizo y mire hacia bajo, estaba dormida, era realmente lo mas lindo que había visto en mi vida.
-Gracias.
Murmuro casi inaudible.
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